¿Es posible un transporte verde y sostenible en el país ? La respuesta es sí, el reto está en articular las normas y la voluntad para que esto sea posible. Actualmente en el Congreso de la República hay seis proyectos de ley a la espera de ser debatidos que proponen cambios relacionados a la movilidad sostenible.

Dos de ellos ponen énfasis en la adopción de un transporte eléctrico y basado en gas natural vehicular, los otros cuatro solo se centran en la energía como nuevo combustible. Las iniciativas coinciden en que es necesaria la renovación del parque vehicular del servicio de transporte masivo de pasajeros y los servicios de transporte terrestre de personas, carga y mercancías en el ámbito nacional con vehículos automotores nuevos originalmente diseñados para combustión a GNV y eléctricos. Coinciden también en que para lograr ese objetivo se requiere de un marco regulatorio adhoc para impulsar el transporte verde con vehículos. Entre los principales cambios regulatorios que se sugieren figuran: Exoneración del IGV, Impuesto a la Renta, Impuesto de Promoción Municipal para las actividades de importación y/o comercialización de los vehículos eléctricos, incentivo al chatarreo, entre otros.

Asimismo, y para acompañar el proceso de masificación de energías limpias y verdes se propone la creación de la  Autoridad Autónoma para la masificación del gas con el fin de supervisar y ejecutar acciones descentralizadas dirigidas a la masificación del uso del gas natural en el sector domiciliario, industrial y transportes.

Como sabemos la electromovilidad consiste en la electrificación del transporte con el fin de contribuir al proceso de transición energética, proceso que, a su vez, consiste en la descarbonización de la generación y consumo de energía mediante el uso de fuentes renovables.  Las recomendaciones internacionales para lograr la transición energética vienen siendo adoptadas y promovidas por diversos países, en su compromiso para combatir el cambio climático, Perú no es la excepción, sin embargo, nos falta mucho por implementar.

Una reciente publicación de Climate Action Tracker, plataforma que analiza los compromisos nacionales de cambio climático con relación al Acuerdo de París, incluyó a Perú dentro de la muestra de 37 países evaluados. La calificación promedio sobre las acciones que estamos emprendiendo para frenar esta problemática fue de “insuficiente”, razón por la cual se hace más viable analizar este tipo de iniciativas que ayudan a lograr los compromisos asumidos por nuestro país en materia ambiental.

En medio de esta corriente por hacer sostenible el transporte el Congreso de la República ha recibido la opinión del Ministerio de Economía (MEF) en relación con la electromovilidad. Según el MEF el problema no se soluciona con la implementación de autos eléctricos en el país, ya que el principal problema es la saturación del parque automotor con cualquier unidad vehicular, por tanto, recomienda el uso de vehículos no motorizados como las bicicletas o triciclos.

De acuerdo con el MEF otros países con el objetivo de reducir el número de vehículos particulares han establecido restricciones independientemente del combustible o fuente de energía utilizada, el propósito es promover el uso de vehículos no motorizados y la utilización del transporte público.

El documento del ministerio que se encuentra en el Congreso de la República cita como ejemplo que la ciudad de París ha realizado importantes inversiones en la expansión de la infraestructura ciclista, con el objetivo de que esta ciudad sea “100% ciclable” para el año 2026.

Nuestra realidad difiere mucho de Europa, hoy en día en Lima y Callao existen más de 250 kilómetros en 50 ciclovías habilitadas a lo largo de 14 distritos, pero muy pocas de ellas fueron construidas de manera articulada, además, estas ciclovías no se encuentran en las zonas periféricas de la ciudad donde la población con menos recursos pueda beneficiarse de ellas.

El MEF cita al Banco Mundial, entidad que realizó un estudio sobre la situación del transporte en el país y concluye que entre el 2000 y 2016 se produjo un crecimiento del 44% en la flota de vehículos y un incremento del 123% en las emisiones contaminantes. Las emisiones del sector transporte representaron el 10% del total de emisiones. Es decir, las emisiones del sector transporte tienen origen principalmente en la combustión de los combustibles fósiles utilizados para trasladar mercancías y pasajeros a nivel nacional y, por lo tanto, las políticas de reducir las emisiones GEI del sector transporte deben estar focalizadas en la reducción de emisiones del transporte público.

Actualmente tenemos una experiencia favorable con el Metropolitano que cuenta con una flota de buses que utilizan 100% gas natural, contribuyendo así a la protección del ambiente y atendiendo la demanda de 400 mil usuarios, esta experiencia debe ser replicada en todo el transporte público e interprovincial de carga y pasajeros.

Para el MEF y de acuerdo con las propuestas del Banco Mundial en transporte es importante mejorar el transporte público de pasajeros y mercancías y promover el uso de vehículos no motorizados y potenciar la calidad del transporte público y no enfocar la política pública en incrementar la cantidad de vehículos particulares en circulación.

“En el Perú, la mayor cantidad de emisiones del transporte proviene del transporte público, por ello cualquier proyecto de electromovilidad debe priorizar la transformación de este hacia fuentes más limpias y en modo alguno priorizar la adquisición de vehículos particulares que promueven la congestión vehicular y el incremento de las emisiones del resto del parque automotor”, señala la opinión del MEF.

Coincidiendo con la opinión del ministerio, se debe impulsar y tomar como prioridad el cambio de los vehículos que ya existen hacia el GNV, un combustible limpio y además de bajo costo. Una importante medida en ese sentido sería, por ejemplo, el cambio a GNV de todos los autos que utiliza el estado y los propios funcionarios del MEF. Todavía nuestro país  no está en condiciones de asumir totalmente un modelo de transporte basado en vehículos no motorizados, mientras nos preparamos debemos avanzar en otras soluciones que ofrezcan beneficios similares.