Según BP, la demanda en las economías emergentes se verá compensada por la transición hacia fuentes de energía con menos emisiones de carbono.

El futuro de la transición energética es objeto de muchas conferencias e investigaciones que buscan determinar cómo se realizará este proceso y qué cambios sufrirá la matriz de energía a nivel mundial. Como un aporte para entender esta transformación inminente, British Petroleum (BP) publicó recientemente el Energy Outlook, donde se exponen las principales tendencias e incertidumbres que rodean a la transición energética hasta el año 2050.

Una de las conclusiones del documento es que la estructura de la demanda de energía cambiará, con una disminución de la importancia de los combustibles fósiles, sustituidos por una cuota creciente de energías renovables y por una electrificación cada vez mayor. Sin embargo, a pesar de que la demanda de petróleo disminuirá a lo largo de las perspectivas, impulsada por un menor uso en el transporte por carretera a medida que mejora la eficiencia del parque automovilístico y se acelera la electrificación de los vehículos, el petróleo seguirá desempeñando un papel importante en el sistema energético mundial durante los próximos 15-20 años.

En relación al gas natural, señala que su utilización dependerá de la velocidad de la transición energética, ya que el aumento de la demanda en las economías emergentes a medida que crecen y se industrializan se ve compensado por la transición hacia fuentes de energía con menos emisiones de carbono liderada por el mundo desarrollado.

En el informe se plantean tres escenarios: Net Zero, Accelerated y New Momentum, todos toman en cuenta los hechos ocurridos el año pasado, como la guerra entre Rusia y Ucrania y la aprobación de la Inflation Reduction Act en Estados Unidos.

El economista jefe de BP, Spencer Dale, afirmó: «Las políticas energéticas mundiales y los debates de los últimos años se han centrado en la importancia de descarbonizar el sistema energético y en la transición hacia las cero emisiones netas. Los acontecimientos del año pasado nos han recordado a todos que la transición también debe tener en cuenta la seguridad y la asequibilidad de la energía. Cualquier transición energética exitosa y duradera debe abordar los tres elementos del llamado trilema energético: seguro, asequible y con menos carbono».

Los escenarios Accelerated y Net Zero son escenarios donde se explora cómo los diferentes elementos del sistema energético podrían cambiar en vías de lograr reducciones sustanciales de las emisiones de carbono para 2050, en torno al 75% en Accelerated y más del 95% en Net Zero. Ambos escenarios asumen un endurecimiento significativo de las políticas climáticas a escala mundial. Net Zero también incluye un cambio en el comportamiento y las preferencias de la sociedad para apoyar aún más el crecimiento en eficiencia energética y la adopción de energías bajas en carbono.

El tercer escenario, «New Momentum», está diseñado para reflejar la trayectoria actual del sistema energético mundial. Para ello, tiene en cuenta el notable aumento de las ambiciones y promesas de descarbonización de los gobiernos que se han producido en los últimos años. En este escenario, las emisiones mundiales de carbono alcanzan su punto máximo en la década de 2020 y, para el año 2050, se sitúan un 30% por debajo de los niveles de 2019.

En Perú, también estamos en el camino de la transición energética y el gas natural es una vía que nos permitirá acercarnos al cambio de nuestra matriz. Hoy contamos con importantes reservas de gas natural y sus beneficios deben ser compartidos a través de la masificación con todos los peruanos.

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