En el corazón de Lima, el Hospital San Bartolomé ha estado sirviendo a la comunidad peruana durante 377 años, con un enfoque especializado en la salud materno-infantil. A lo largo de su historia, este hospital ha logrado avances significativos en la atención médica y ha beneficiado a miles de familias en el país. Hoy, el Hospital continúa prosperando de la mano del gas natural, combustible que les ha permitido contribuir al ambiente con ahorros sustanciales y seguridad en sus operaciones.

Desde su remodelación en 1961 hasta convertirse en el Hospital Central de Salud Materno Infantil, el Hospital San Bartolomé ha estado a la vanguardia en la prevención de discapacidades y el cuidado integral de la salud de madres y niños. Sus programas de tamizaje para la detección de errores innatos del metabolismo, atención de cirugías pediátricas y la promoción de la salud oral y educación sexual en adolescentes, son solo algunos ejemplos de su compromiso con la salud de la población más vulnerable.

Entre sus logros más destacados, se encuentra la inauguración de la Central de Producción de Fórmulas Parenterales en 2012, la apertura de la Primera Unidad Endoscópica Pediátrica del país en 2010 y el reconocimiento como Categoría III-E en 2020, que lo clasifica como Hospital de Atención Especializada. Asimismo, sus campañas de donación de sangre, programas de prevención de violencia y el Programa Madre Canguro, son testimonio de la preocupación del hospital por beneficiar a todos peruanos a la vez que busca la excelencia y la innovación en su servicio.

Actualmente, este centro de salud ha optado por modernizarse y tomar medidas sostenibles para su funcionamiento, y, desde mayo del 2023, adoptaron el gas natural como su principal fuente de energía. El gas natural desempeña un papel crucial en la operación del hospital, abasteciendo la sala de calderas que respalda a la unidad de lavandería, el servicio de nutrición y la central de esterilización. Este cambio representa un hito en la evolución de su infraestructura y su compromiso con prácticas más ecoamigables y eficientes.

El Hospital San Bartolomé es consciente de que la transición hacia el gas natural en lugar del petróleo que usaban anteriormente también significa un gran paso hacia la sostenibilidad ambiental y la salud de sus pacientes y personal. Esto se debe a que el uso del gas natural reduce significativamente el riesgo de enfermedades respiratorias, pues evita la contaminación del aire. Además, el gas natural es ampliamente reconocido como un combustible limpio y seguro, pues cumple con los estándares más estrictos de reducción de la nocividad, según el Decreto Supremo Nº 007 2020-MINAM. Así, el consumo de esta energía coincide con la misión del hospital de proporcionar el más alto nivel de atención médica y bienestar a la comunidad.

En el aspecto económico, el Hospital San Bartolomé ha confirmado que cambiarse a gas natural fue la mejor decisión que pudieron tomar, dado que la implementación y suministro de este combustible ha demostrado ser clave para su prosperidad general. Los ahorros generados gracias al gas natural son evidentes, presentando un 66% de ahorro en comparación con el Diésel. Esto se traduce en un cuantioso ahorro mensual de S/ 290 mil para el hospital, lo que permitirá reinvertir esos recursos hacia la mejora continua de su servicio por medio del mantenimiento y renovación de equipos e instrumentos diversos, así como promover la investigación médica e innovación técnica.

Cálidda, ve en el Hospital San Bartolomé un ejemplo inspirador de cómo la innovación y el compromiso pueden transformar una institución de salud en un líder en el cuidado médico y la sostenibilidad ambiental. La elección del gas natural como energía no solo ha contribuido a la eficiencia económica del hospital, sino que también ha fortalecido su posición como un defensor de la salud, el bienestar y la protección del ambiente. En su recorrido hacia un futuro más brillante y sostenible, el Hospital San Bartolomé sigue siendo un referente de excelencia para la comunidad peruana.