Señor Presidente, con el mayor respeto, es hora de destrabar inversiones en Hidrocarburos
<em>Dejar nuestro petróleo y gas enterrados significará privar a las regiones de la selva y el norte del país de cientos de millones de soles
En lo que va de junio, la producción acumulada de petróleo ha sido de 998 mil barriles, un 15% menos en relación a la de mayo de este año, debido principalmente a las dificultades que ha tenido para operar el lote 192, uno de los más ricos de la amazonia peruana y el que más recursos económicos aporta a Loreto.
En noviembre de 2017, el gobierno envío al Congreso para su debate la modificación de la Ley Orgánica de Hidrocarburos, pero desde entonces esa propuesta ha ido y venido repetidas veces entre ambos poderes del Estado, principalmente por una falta de decisión y liderazgo del Ejecutivo.
La idea se esta reforma era impulsar el desarrollo de la industria, pero influenciado por ideologías de pequeños grupos de izquierda en el Parlamento, el Gobierno ha permitido que se incorpore en la propuesta la obligación del Estado de tener una participación empresarial en una industria con inversiones de alto riesgo.
Son esos mismos grupos que se han encargado además de retirar de la propuesta, que se implemente una certificación ambiental para la exploración, adecuada a las nuevas tecnologías de la industria, que buscan el impacto cero, lo que iba a permitir reducir sustancialmente los tiempos para confirmar la existencia de petróleo y gas en un determinado lugar, porque ahora toma siete, ocho y hasta diez años por los numerosos permisos que deben solicitarse.
“Necesitamos que el Gobierno asuma el liderazgo en este tema. El presidente Vizcarra fue electo con un plan de gobierno que él mismo representó y en el que se plantea modificar la regulación de hidrocarburos para desarrollar una política energética que impulse más agresivamente las inversiones, reimpulsar la promoción de la inversión en nuevos descubrimientos de petróleo y gas natural. ¿Entonces qué le impide hacerlo?”, dijo Felipe Cantuarias, presidente de la SPH.
Agregó que, de acuerdo al plan con el que este gobierno ganó las elecciones, a fines del primer semestre del 2017 se debió tener lista una nueva Ley y sus reglamentos para proponer una política energética acorde con las condiciones del mercado de hidrocarburos y ello incluía un nuevo esquema de contratos de licencia y regalías, pero nada de eso ha ocurrido y vamos sin rumbo, sostuvo.
“Lo único que está pasando ahora es que cada día importamos más petróleo, se planea comprar gas a Bolivia, la industria ha llegado a sus mínimos históricos, los ingresos de las regiones por concepto de canon se han derrumbado a una tercera parte, principalmente en Loreto, pero el Gobierno les ha ofrecido a las comunidades nativas petroleras darles 10 mil millones de soles entre el 2020 y el 2026. ¿De dónde sacará ese dinero?”.
Los hidrocarburos pagan cinco veces más regalía que la minería y en los últimos 10 años ha aportado más de 9 mil millones de soles en canon y sobre canon para beneficio de las regiones productoras.
“Nos preocupa una falta de definición y que la propuesta haya sido contagiada por ideas anacrónicas y estatistas. El Poder Ejecutivo debe tomar el liderazgo de esta reforma y reorientarla a sus objetivos basados en tres puntos fundamentales, incrementar la exploración, incrementar la producción y que la industria de hidrocarburos sea el motor dinamizador de otras industrias en las regiones productoras. El gobierno no puede seguir de espectador y dejar que nuestro petróleo y gas se queden enterrados hasta que no valgan nada, eso significará privar a las regiones de la selva y el norte del país de cientos de millones de soles”, señaló.
Agregó que, si hacemos los cambios correctos, podemos duplicar la producción diaria de petróleo a unos 100 mil barriles, reduciendo a un tercio las importaciones, con un ahorro de al menos unos 1600 millones de dólares al año, y de acuerdo a los cálculos de Perupetro se podrían obtener 5,800 millones de dólares en regalías en el período 2019-2023, impulsar inversiones superiores a 6 mil 500 de dólares y crear dos mil puestos de trabajo directos solo para perforación.